Amar al projimo no tiene limites y cuando lo entendemos nuestra vida es distinta, y es que no podemos amar a Dios sino amamos a nuestro projimo, comienzo esta introduccion para hacer el siguiente relato:
Cierta vez un misionero cristiano fue enviado a una comunidad de personas donde nadie conocia a Dios y fue impedido de llevar su mision por las personas del lugar, el misionero era tambien medico de profesion y dedico 20 años al servicio de la medicina y ayudando al pueblo con toda su vida sin predicar el evangelio por la negativa de estos hasta que luego un dia murio y decidieron mandar a otra persona a seguir con el legado de el otro misionero a lo cual este cuestiono la decision diciendo que si al otro no lo escucharon que seria de el pero ya mas luego el accedio y se fue a su mision, cuando llega al pueblo le dicen que no hay problema que puede predicar todo lo que quiera sin importar a lo que el sorprendido dice pero que paso con ustedes que a la otra persona no la dejaron predicar y a mi si a lo que alguien le contesta el otro misionero amaba tanto a Dios que a pesar de nuestra negativa de que se predicara el evangelio nos siguio ayudando y sirviendo sin importar el porque y entrego toda su vida.De esta breve historia podemos concluir de que nuestro amor por lo demas debe ser lo primordiar en nuestra vida que aunque las personas se nieguen y nos impindan hacer lo que nosotros queremos en la vida debemos amarla sin importar que tanto nos cueste, y es que lo que Dios quiere para nuestra vida va mas alla de lo que nosotros pensamos.
Amar a Dios
Publicado por
Nicolas Martinez
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Etiquetas: Reflexiones
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